La columnista de Feeling Matters, Marci Sharif, ofrece 5 consejos para ser más constante con la meditación.
Creo de todo corazón que la meditación me ayuda a ser una persona más sabia, más tranquila y más amable. Y no lo hago.
Bueno, claro que lo hago... pero no con la disciplina y la constancia que corresponden a los beneficios que percibo. En cambio, medito esporádicamente, de cero a siete veces por semana.
Sospecho que algunos de ustedes saben a qué me refiero. Así que hoy me gustaría compartir algunos de los mejores consejos que he encontrado.
Aquí hay cinco sugerencias para crear una rutina de meditación más regular:
Crea un marco realista.
En primer lugar, la mayoría de los profesores de meditación sugieren tener una logística realista preestablecida.
En otras palabras, hay que fijar una hora, un lugar, una duración (por ejemplo, 10 minutos al día) y un plazo (quizá dos semanas). Cuando termine el plazo, puedes modificar la hora y la duración: Quizá sólo de lunes a viernes. Quizás más o menos tiempo por sesión.
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De nuevo, es importante ser realista. Veinte minutos diarios durante seis meses parece un plan sólido, pero el consejo que más me convence es el de empezar poco a poco. Apunta a algo realmente factible.
Ahora bien, si te resulta difícil concretar las cosas en tu vida (te escucho), considera qué soluciones podrían ayudarte.
Por ejemplo, yo no puedo fijar una hora todos los días, pero me he dado cuenta de que puedo combinar mi práctica con otra cosa que hago habitualmente, como hacer ejercicio. Ahora estoy jugando a meditar inmediatamente después de hacer ejercicio, aunque no sea en mi lugar designado. Lo hacemos lo mejor que podemos.
El sentido es motivador.
Susan Piver, autora de un bestseller del New York Times y reconocida profesora de meditación, dice que otra clave para desarrollar una práctica consistente es reflexionar periódicamente sobre cómo está ayudando. Dice que contemplar lo que está ocurriendo como resultado de la práctica puede ayudar a perpetuarla. He oído a otros sugerir que tengamos claro por qué estamos en el cojín. Es la misma idea. El significado que obtenemos es una gran motivación.